lunes, 30 de enero de 2012

Pájara, por Juan Turmo


Hace tiempo que no me salen las palabras de donde quiera que sea de donde tengan que salir. Es normal, hasta los más grandes tienen lagunas y siendo un escritor amateur y malo (para que vamos a engañarnos) lo normal es tenerlas. El caso es que pasa más de mes y medio de blanco total y parte de mi se encuentra herida en algún rincón de mi alma buscando una manera de sacar todo lo que me gustaría decir.
Me gustaría pensar que si no escribo es porque el tiempo no me acompaña y tengo demasiadas cosas que hacer como para sentarme un rato frente al ordenador y ponerme a teclear durante unos míseros diez minutos. Pero no es así. Si de verdad estás inspirado las palabras fluyen y siempre hay tiempo para hacerte oír.
Puede que otra de las razónes de que por mi corazón haya dejado de fluír tinta sea que mi musa, el ángel de mi inspiración se encuentre lejos, oculta en mis más hermosos sueños y en mis recuerdos que cada vez parecen más lejanos.
A veces pienso, será por tener que estudiar, que me quita todo el tiempo del mundo, pero tampoco es verdad porque no hay manera más sana de estudiar que ir descansando de rato en rato para ir asimilando lo que vas aprendiendo.
Realmente, sinceramente, no tengo ni puñetera idea de porque me llegan estas pájaras, aunque como he dicho, a todos les puede llegar en un momento dado un periodo de blanco mental que deje los dedos totalmente bloqueados frente al teclado.
Una cosa si que podemos sacar en claro de este asunto. Si alguna vez os llega una pájara que os impide escribir, escribid sobre la pájara y asunto finiquitado :).