jueves, 18 de abril de 2013

Un instante, por Juan Turmo

Unos se duchan, otros cocinan, otros barren la casa y otros estan en el sofá mirando la caja tonta. Alguien escucha música tirado sobre la cama, unos chatean con sus parejas por internet, otros tocan la guitarra sentados sobre sus camas y mientras algunos son abducidos por algún video juego.
Los mayores pasean por el parque, los de mediana edad hacen la compra, los jovenes estudian y los padres primerizos se asustan cuando su bebe no quiere comer. Un perro se mea en una boca de incendios, un gato salta de un tejado a otro, ratones hacen gritar a las amas de casa y los canarios cantan al sol que entra por la ventana de la sala de estar.
Algunos ríen, otros lloran. Algunos viven, otros mueren y unos pocos cometen un asesinato. El preso se arrepiente, el libre juega. Muchos trabajan y muchos otros buscan trabajo. El actor actúa, el matemático suma, el médico cura y el futbolista le da patadas al balón.
Unos pasan hambre, otros comen de más. Unas parejas aman, otras parejas tienen sexo, algunas tienen un orgasmo, otras todas esas cosas y otras muchas se separan.
Algunos piensan, otros actúan. Mientras unos buscan la paz, otros hacen la guerra. Unos tiran bombas, otros lanzan dagas, otros escriben como si las plumas estuviesen cargadas de dinamita. Unos fotografían mientras otros cuentan historias. Unos luchan por la libertad, otros por el dinero, pero solo unos pocos luchan por vivir.
Unos conducen un coche y otros una bicicleta mientras alguien tiene un accidente con una moto. Unos ganan dinero, otros son despedidos. Unos son felices y otros están deprimidos. Unos duermen, otros están despiertos y algunos dan vueltas en la cama cansados de no poder dormir.
Llamadas a viejos conocidos, reencuentros inesperados, la boda de la mujer a la que amas, la muerte de un ser querido. Guerras de bolas de nieve, insolaciones en el patio del colegio, tarde de descanso en la pradera del parque, tarde de diversion en el zoo de la ciudad.
Un vuelo. Un viaje en barco. Un viaje en una lancha de la que no sabes si saldrás con vida.
Un sueño, una ilusión, un pensamiento o un deseo. Una mujer, un hombre, una mirada, una sonrisa, un beso. Héroes que regresan, mártires que se van y un titiritero jugando con las vidas de todas sus marionetas.

Enfoqué los ojos y me di cuenta de que estaba mirando a la nada y el profesor me miraba a mi. El momento de tensión se cerró con una disculpa silenciosa y el bolígrafo volviendo al papel preparado para tomar notas, pero ante todo esto, estaba todo aquello que había pasado en aquel preciso instante en el que todo el mundo funcionaba como una máquina moviendo cada engranaje de cada pequeño mecanismo de este circuito que llamamos vida.

martes, 16 de abril de 2013

Who Am I?, por Juan Turmo

Semanas y semanas de insomnio, lágrimas, desconcentración, desesperación y soledad. Pesadillas rondandome la cabeza, sentimientos de impotencia e intranquilidad, una búsqueda de mi mismo que no iba a ninguna parte, miedo a vivir y a no poder hacer todo lo que quiero.
Tras una reflexión he decidido que uno de los primeros pasos para lanzarme a lo desconocido e ir a por mis sueños es dar a conocer quien soy en realidad y no quien finjo ser hacia muchas personas con el fin de que me acepten. Pues eso se acabó.
Who Am I?
Tengo 20 años. Quiero ser actor aunque estoy estudiando inglés por lo que actualmente voy más perdido que una vaca en un cine. Mi filosofía es el Jedismo, puede sonar muy friki pero es lo que me ayuda a salir de casa por las mañanas.
Soy muy inseguro en muchos temas de muchos tipos. Soy un romántico empedernido pero voy corto de autoconfianza en estos temas y no me atrevo a acercarme a las chicas que me atraen y tiendo a acercarme demasiado a mis amigas, lo cual crea algún que otro conflicto o malentendido. Me gusta prácticar el rugby, deporte en el que soy bastante malo. Adoro cantar aunque todavía no se hacerlo bien. Quiero a mi gran familia, pero odio las reuniones familiares masivas.
Me gusta tomar la iniciativa de las cosas y proponer y mover proyectos, aunque rara vez funcionan o alguien me toma en serio, pero sobre todo odio cuando soy yo el que pone un proyecto en marcha, creo que está suficientemente bien como para delegar en otros y entonces el proyecto se va a pique.
Mis aficiones son de todo menos convencionales. Adoro todo aquello que la gente considera del género friki: El señor de los anillos, Harry Potter, Star Trek y sobre todas las cosas soy un absoluto friki de Star Wars hasta limites insospechados. Soy un cinéfilo compulsivo y odio que la gente se duerma viendo una película. Como actor adoro el teatro y sobre todo los Musicales. Me encanta cantar y bailar. Odio la música actual y no soy fan de ningún grupo en particular, yo escucho canciones. Por supuesto tambien adoro la música clásica con Mozart sobre cualquir músico que se precie. Soy un friki de las Bandas Sonoras de las películas. Adoro leer aunque no tengo tiempo, me encanta la historia y la literatura.
Me gusta mucho el deporte en general, aunque odio los circos mediáticos en los que se han convertido ciertos deportes en ciertos países. Adoro viajar aunque no tengo dinero para hacerlo. Escribir es una de las cosas que me da vida y cuando me bloqueo es como si me faltase la comida que necesito para sobrevivir.
Siempre he sido una persona solitaria, en parte porque la gente huía cuando descubría quien era yo en realidad, y otra porque una de mis mayores maldiciones es la empatía. Pongo a cualquiera por delante de mi, aunque no lo haya visto nunca siempre todos los demás estarán antes que yo en mi escala de prioridades y eso tiende a hacerme mucho daño.
Estoy acostumbrado y cansado a que las personas que me rodean me dejen de lado o me decepcionen de alguna manera, pero ha llegado a ser tan frecuente que dudo de mi mismo a la hora de pensar si es todo culpa mía.
Mi sueño más inalcanzable es acabar actuando en las tablas del West End, pero con vivir como actor en cualquier lugar del mundo me vale y me sobra. Mi sueño más inmediato es emigrar o por lo menos salir por un tiempo de este pozo de país que no hace más que poner trabas a la cultura y a la educación.

Seguramente me dejo algo dentro de mi cerebro, pero el pobre está peor que unos auriculares en un bolsillo. Aquí tenéis quien soy, aunque con la cantidad de gente que me lee me temo que esto no sea más que un ejercicio de autoevaluación, pero por lo menos ya no me esconderé tras un velo de fingimiento que al único al que hace daño es a mi mismo.