Ha
pasado más de un año desde mi última pájara. Recuerdo cuando me ponía a escribir
y borraba todo lo que escribía porque ni siquiera a mi me gustaba. Aquella vez,
la solución fue sobre escribir sobre no escribir y realmente siguió sin
funcionar. Llevo tiempo dándole vueltas y vueltas a todo y no dejo de pensar
que hay en algún sitio de mi ser un vacío muy gordo que no tengo ni idea de
cómo llenar.
Mi
búsqueda es dura. No da más que quebraderos de cabeza, noches de insomnio,
lágrimas de impotencia y pesadillas. Tardes solitarias y melancólicas,
pensando, encerrado en mi cerebro como si fuese una prisión. Luego, cuando
intento salir de mí para evadirme de mis problemas, me encuentro con esta
mierda de mundo, enfermo hasta los cimientos de la más miserable sociedad que
puede imaginarse el mundo actual.
Alguien
me dijo que lo que me pasa es que necesito quejarme de lo que sea y puede que
tenga razón, pero no lo creo. Quejarse sería algo tan insignificantemente
absurdo si uno estuviese completamente equilibrado y feliz que no me da más que
pensar que hay algo que no está bien.
Otros
me dijeron que lo que necesito es una relación de cualquier tipo, pero una
relación. En mi opinión tampoco es esa la solución. No se todavía que me pasa
pero no puedo dejar de rayarme por cada día gris que sale y teñirlo de colores
para que siga siendo gris no será ni de lejos una solución,
Entender
una situación tan complicada no es fácil. No me refiero a un odio absoluto
hacia mi mismo, simplemente que estoy perdido en la inmensidad de mi propio
subconsciente, sin saber ni de donde vengo, ni donde estoy, ni a donde voy, y
se que esto es un cliché pero es totalmente cierto. Cuestionarse puede que sea
bueno, pero a lo mejor me paso un poco de la raya de vez en cuando.
Si es
tan difícil de entender para mí, no creo que nadie sea capaz de entenderlo
desde fuera. El mundo es ciego. Cuando voy a alguien y le digo que estoy en
horas bajas me dicen que deje de decir gilipolleces o que pase de todo o que ya
se arreglará todo. ¿Es esa la solución? En primer lugar claro que actúo cuando
estoy mal, a nadie le gusta que le vean mal y sonríes aunque detrás de esa
sonrisa se escondan lágrimas de impotencia y desolación. En segundo lugar ¿Qué
coño le pasa a la gente que pasa de todo o simplemente deja que el tiempo lo
arregle todo? Pasar de todo solo hace que el dolor o lo que sea que tengas vaya
a pero y se quede allí, bien enquistado dentro de ti. En cuanto al tiempo, el
tiempo no hace si tu no haces por hacer, ¿qué coño va a arreglar el tiempo si
te quedas sentado mirando la vida pasar por la ventana?
La
pregunta de qué leches estoy haciendo con mi vida nos la hemos hecho todos y
cada uno de nosotros en algún momento de nuestra corta o larga existencia. La
respuesta nadie nos la puede dar, solo nosotros mismos. ¿Pero significa eso que
nadie puede ayudarnos? ¿Significa eso que te sientes a contarle tus problemas a
alguien y que lo único que haga sea empeorarlo? Los seres humanos estamos
programados para relacionarnos, para amarnos, querernos y escucharnos.
Entonces, ¿porqué es tan difícil ayudar a alguien?
Llevo
toda la vida siendo el hombro en el que llorar de mucha gente, y no voy a decir
que no me guste. Me gusta ayudar, me encanta compartir las cargas de otros que
confían en mi para apoyarse sobre mi espalda cuando me necesitan, entonces me
siento querido y necesario. El problema está cuando yo reviso mi agenda del
móvil y ya no sé a quien acudir, no sé en quién puedo confiar para que me saque
del pozo y ponga todo su empeño en ello.
Durante
los útimos tres cuartos de hora he descubierto que el problema no es estar
bloqueado y no poder escribir, el problema es estar bloqueado y no poder vivir.
Mantenerse ocupado solo hace que aplazar los dolores y los llantos. A veces
sentarse a escribir puede ser útil para desahogarte, publicar las cosas
demuestra que quieres compartir algo con el mundo aunque realmente en este
escrito lo único que hago es quejarme de mi miserable condición de deprimido,
aunque como no espero que nadie me lea (como viene siendo habitual últimamente)
deja de ser una autocompasión sino un mero ejercicio de autoevaluación.
Solo
pido a alguien en mi vida que me escuche, me comprenda y me lance un salvavidas
para recuperar el rumbo que perdí hace mucho más tiempo del que creí en un
principio. También sé que no encontraré a tal persona lloriqueando en un blog
personal de internet que nadie lee, pero con mis sueños perdí mis habilidades
sociales y ni siquiera soy capaz de acercarme a la chica que me gusta y
preguntarle si quiere tomar un café conmigo.
Sueno
patético, ¿a que si? Me siento patético, bloqueado y viejo, y no porque sea
viejo, acabo de cumplir la veintena y eso es algo por lo que debería estar
feliz y contento; me siento viejo porque veo pasar mi vida por delante de mis
ojos sin más remedio que poner una falsa sonrisa, dejar atrás mis sueños y
mantener la cabeza a flote mientras me hundo en unas arenas movedizas.