jueves, 14 de marzo de 2013

Boulevard of Broken Dreams, por Juan Turmo


Otra noche con los ojos abiertos sin saber a que punto de oscuridad mirar. Otra noche que pasan los miles de pensamientos rondando mi cabeza como punzantes dagas que se clavan en las sienes. Otra noche en vela dejando caer las lágrimas pensando en todos los sueños que se alejan cada vez más de las esperanzas de su creador, sueños que una vez fueron tangibles y que cada vez más se disipan entre las brumas de un futuro incierto y oscuro.
El ser humano tiene muchas cualidades y emociones que nos separan de otras criaturas de este mundo. Por desgracia, el ser humano tiene muchas cualidades y emociones que nos separan de nuestros propios iguales. Cada uno tenemos una manera propia de ver la vida y cada uno vivimos conforme a nuestras creencias y convicciones, o eso debería ocurrir. 
Vivimos en un mundo donde la corrupcion del poder esta a la orden del día, hermanos de sangre y patria se matan entre ellos sin saber porqué, las clases medias y bajas son oprimidas por una creciente clase alta que controla todo lo controlable, personas perdidas vagando sin rumbo en un mundo de injusticia social que nos mata a todos lentamente mientras va extirpandonos cada sueño alegre que nos queda como si fuera un dementor.
Cada vez que me pongo a hacer balance del mundo que me rodea, entristezco y me deprimo como si una parte de mi perdiese las ganas de vivir porque realmente es muy difícil hacerlo. Estamos viendo como se asesina a la cultura, a la educación, a los derechos humanos y no podemos hacer nada mas que quejarnos y tropezarnos una y otra vez ante un muro de piedra y acero que cada vez parece más inexpugnable.
Recuerdo una frase que decía Gandalf en El Señor de los Anillos que rezaba: "Cada uno debe elegir que hacer con el tiempo que se le ha dado". No se puede. En esta dictadura de globalizacion y timocracia las libertades del individuo se ven reducidas a la minima expresión. 
Nadie tiene voz. Se acabaron las velas en los entierros porque nadie va a estar alli. Se acabaron las palabras escritas que la gente ya no lee para entender. Se acabaron las voces que claman por un fin que no llega. Se desvanecieron las musas que recorrían las risas de las personas que vivían sus sueños.
Los sueños se transforman en pesadillas que llenan la noche de espantos y horrores que el subconsciente quiere evitar. Noches en vela mirando a unas abutardas ocultas en las sombras de la habitación. La cama llora cada vez que te mueves y tu te sientes molesto, inquieto, inútil, porque por mucho que hagas todo fallará. Da igual si la culpa es tuya o de la burocracia. 
La vida se ha convertido en una marea de arenas movedizas que nos tiene hundidos hasta el cuello. Vivimos agobiados. Cuanto más luchamos por salir más nos arrastran hacia el fondo del vacío. No sé si existirá el alma, aunque si sé que todo este charco de mierda no hace mas que apuñalarla poco a poco dejándola desangrarse y regenerarse una y otra vez haciendo el dolor insoportable.
Y mientras tanto el tiempo se va perdiendo y la vida va pasando sin que te des cuenta. Odias cada segundo que pasa deseando que todo fuese diferente. Ries sin ganas, lloras sin remedio, duermes sin sueños, sueñas con monstruos y cuando te despiertas de lo poco que has dormido te das cuenta de que sigues metido en la misma asquerosa cienaga y no hay luz al final del tunel.

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