Otra noche con los ojos abiertos sin saber a que punto de
oscuridad mirar. Otra noche que pasan los miles de pensamientos rondando mi
cabeza como punzantes dagas que se clavan en las sienes. Otra noche en vela
dejando caer las lágrimas pensando en todos los sueños que se alejan cada vez
más de las esperanzas de su creador, sueños que una vez fueron tangibles y que
cada vez más se disipan entre las brumas de un futuro incierto y oscuro.
El ser humano tiene muchas cualidades y emociones que nos
separan de otras criaturas de este mundo. Por desgracia, el ser humano tiene
muchas cualidades y emociones que nos separan de nuestros propios iguales. Cada
uno tenemos una manera propia de ver la vida y cada uno vivimos conforme a
nuestras creencias y convicciones, o eso debería ocurrir.
Vivimos en un mundo donde la corrupcion del poder esta a
la orden del día, hermanos de sangre y patria se matan entre ellos sin saber
porqué, las clases medias y bajas son oprimidas por una creciente clase alta
que controla todo lo controlable, personas perdidas vagando sin rumbo en un
mundo de injusticia social que nos mata a todos lentamente mientras va
extirpandonos cada sueño alegre que nos queda como si fuera un dementor.
Cada vez que me pongo a hacer balance del mundo que me
rodea, entristezco y me deprimo como si una parte de mi perdiese las ganas de
vivir porque realmente es muy difícil hacerlo. Estamos viendo como se asesina a
la cultura, a la educación, a los derechos humanos y no podemos hacer nada mas
que quejarnos y tropezarnos una y otra vez ante un muro de piedra y acero que
cada vez parece más inexpugnable.
Recuerdo una frase que decía Gandalf en El Señor de los
Anillos que rezaba: "Cada uno debe elegir que hacer con el tiempo que se
le ha dado". No se puede. En esta dictadura de globalizacion y timocracia
las libertades del individuo se ven reducidas a la minima expresión.
Nadie tiene voz. Se acabaron las velas en los entierros
porque nadie va a estar alli. Se acabaron las palabras escritas que la gente ya
no lee para entender. Se acabaron las voces que claman por un fin que no
llega. Se desvanecieron las musas que recorrían las risas de las personas que
vivían sus sueños.
Los sueños se transforman en pesadillas que llenan la
noche de espantos y horrores que el subconsciente quiere evitar. Noches en vela
mirando a unas abutardas ocultas en las sombras de la habitación. La cama llora
cada vez que te mueves y tu te sientes molesto, inquieto, inútil, porque por
mucho que hagas todo fallará. Da igual si la culpa es tuya o de la
burocracia.
La vida se ha convertido en una marea de arenas movedizas
que nos tiene hundidos hasta el cuello. Vivimos agobiados. Cuanto más luchamos
por salir más nos arrastran hacia el fondo del vacío. No sé si existirá el
alma, aunque si sé que todo este charco de mierda no hace mas que
apuñalarla poco a poco dejándola desangrarse y regenerarse una y otra vez
haciendo el dolor insoportable.
Y mientras tanto el tiempo se va perdiendo y la vida va
pasando sin que te des cuenta. Odias cada segundo que pasa deseando que todo
fuese diferente. Ries sin ganas, lloras sin remedio, duermes sin sueños, sueñas
con monstruos y cuando te despiertas de lo poco que has dormido te das cuenta
de que sigues metido en la misma asquerosa cienaga y no hay luz al final del
tunel.
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