domingo, 5 de febrero de 2012

¿QUÉ SIGNIFICADO TIENE CUMPLIR 18 AÑOS? por Ana Ordás

   Abrir los ojos al mundo, y sentir, por primera vez, que te haces mayor, que tu mundo paralelo ya no está, que la infancia se ha esfumado, dejando tras su paso un torrente de recuerdos inconclusos que tan siquiera puedes recordar con claridad, ensombrecidos bajo frases sin sentido, cuyo significado se reduce a desprestigiar esos años, en los que tu supuesta inmadurez no perfilaba correctamente la realidad, eras niño y, por tanto, tus recuerdos no son reales al cien por cien, ahora, sin embargo, todo es distinto, tu edad te respalda, aunque su ínfimo valor no vaya más allá de una cuestión legal.

   Pero nunca creas nada de lo que te digan, porque,  pese a todo, dudo volver a vivir una etapa tan real, dudo volver algún día a vivir en un mundo, paralelo o no, en el que todo tenga explicación, en el cual hasta lo ilógico se puede asimilar, donde no hay motivos para desconfiar, en un mundo donde la justicia se resuelve en sillitas de pensar, donde los castigos se cumplen sin demandas, abogados ni jueces,  donde la bondad abunda y un abrazo perdona todas las riñas, donde el miedo no existe más lejos de la oscuridad o los malos de Disney,  donde se muestra antes el corazón que el aspecto, donde el gordito, lo es sin necesidad de etiquetarlo de perezoso o fracasado, donde la rubia tan solo tiene su pelo amarillo y donde el negrito no despierta pensamientos racistas.

   Y sales de ese mundo poco a poco, mientras descubres como es el mundo de verdad , que tu mundo está desapareciendo para no volver a mostrarse nunca, para volver a él como guardián, pero nunca más como antes, jamás te dirán que la vida es una carrera en la que no se gana, donde te enseñan a ser capitalista, te exigen ser el más listo, guapo, simpático, bueno…  y sin instrucciones para ello, una simple referencia de personas que han alcanzado el éxito desde la malicia, la ambición, la mentira, la ausencia de escrúpulos, o la más absoluta simplicidad mental.

   Pero tranquilo, el objetivo final es mantenerte controlado, evitar que destaques con la nota de color que desmantele el mundo gris, debes  ser idiota, lo suficientemente idiota coma para seguir a la multitud y perderte con el resto, lo suficiente como para no desmantelar esta gran mentira a la que llamamos sociedad donde la escala de valores parece perderse o cuanto menos confundirse con los llamados pecados capitales.

   Este nuevo mundo al que acabas de llegar sin quererlo, este lugar en el que te encuentras que, sin dejar de ser igual, parece tan distinto al de antes,  este mundo al que perteneces pero que nunca te han pedido permiso para formar parte de él. Y poco a poco descubro este mundo en el que mi maquillada mirada empieza a tener valor, tiene fuerza y ganas y ni tan siquiera es capaz de mirar de frente al mundo y gritar lo que quiere, tan solo puede envenenar los ojos del que mira con deseo a la juventud, tan solo una mirada más que se pierde en el recuerdo de las miradas que nos envuelven, tan solo una mirada también envenenada por el tiempo a la que se le irán muchas cosas, a la que la luz terminará por abandonarla también a su merced, otra vez sin preguntar.

   Pero, es una mirada que ahora va de frente a la que, por el momento no le puedes decir que es posible y que no, para la que de momento lo imposible no existe.

   Entonces, ¿quién me dice lo que no puedo hacer? Porque, ahora puedo hacer lo que quiera, esa es la clase de filosofía estúpida que reina entre la juventud, ¿no?, pero, debo seguir arrastrando responsabilidades y deberes. Entonces, ¿Dónde está esa ansiada libertad que tantos jóvenes esperan en su decimo octavo cumpleaños? Quizás sea el alivio de poder comprar tanto alcohol como para hacer entrar en huelga al mayor número de órganos posibles, quizás sea la libertad que ofrece para perforar o pintar tu cuerpo, como si su transformación te eximiera de crecer, te anclara a la adolescencia o,  incluso el excesivo radicalismo político, como si en escasos dieciocho años fuera posible descubrir un partido que con tu voto, solucione todos los problemas, o la estúpida ilusión que me invade al pensar que siendo donante cambiaré algo en mi o en la persona que necesite mi médula o mi sangre, o  en la estúpida ilusión de probar el sabor de la adrenalina en mi cuerpo . ¿Y quién se atreve a mantenerme intacta como si no necesitara tropezar? Dudando de mi criterio, como si no fuera capaz de hacer bien las cosas, como si no las pudiera y tuviera que  hacer mal para luego aprender de ellas. ¿Quién marca las pautas que diferencian  una patología de la normalidad? Alguien alguna vez encerró al enfermo psiquiátrico sin replantearse qué su patología no es más que una secuela que le ha dejado la sociedad, seguramente por poseer una inteligencia superior al resto, seguramente por escapar de las redes de esta gran mentira y, sin embargo está etiquetado de loco o enfermo.   Y, ¿Por qué cuanto más “maduro” es mi cerebro más surrealista y sin sentido me parece todo?  Cada día es todo más grande, cada día soy más insignificante, cada vez se me ve menos , cada día tengo más miedo y ganas de que sea mañana, cada día creo más en mis normas, mis criterios y mis cuadriculas, dejar de pensar en eso supondría afrontar algo que no entiendo, y de momento no sé hacerlo. Por ejemplo, no comprendo por qué seguimos tolerando un mundo en el que nos destruyen sus prototipos, sus drogas, su hambre, sus anuncios o sus ideales,  ¿Qué mente inteligente acepta el alcohol como se acepta actualmente, quién se droga, fuma o trafica? Y sin embargo quien osa contrariarlo, privándolo de la libertad que sus dieciocho años le otorgaron al fumador, para oscurecer sus pulmones,  al bebedor  para experimentar la diálisis o incluso al obeso que acumula cada vez más tejido adiposo en sus órganos y sus arterias comprando papeletas para una enfermedad cardiovascular.
De momento, y hasta que asimile o comprenda lo que significa tener dieciocho años apostaré por las sonrisas, la música que me regala los oídos, por el arte escondido en una coreografía,  buscaré las mentiras tan solo en los libros, mis objetivos serán tan posibles como yo quiera, guardaré mis ideas bajo llave y mi búsqueda de la verdad se centrará en la segunda estrella a la derecha y todo recto al amanece, donde, según dicen se encuentra esa eterna infancia, donde, según dicen creeremos que existe Nunca jamás.

8 comentarios:

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  2. Blogger Vega dijo...

    Todo se resume a tu elección.
    El que se pueda actuar con libertad no quiere decir que hagas lo que hace la mayoría, en eso radica su propia esencia: eres libre de tomar tus decisiones, buenas o malas, sin que exista una prohibición explícita sobre ellas.
    Que el resto de los dieciochoañeros, y seguro que no todos, decidan sumergirse en la sociedad de los borregos en la que vivimos, no tiene que condicionarte para nada.
    Sabes por lo que nosotros en particular, pasamos por ir a contracorriente de lo establecido en muchas de las cosas.
    Te remito a un momento muy cercano de nuestro pasado. Sufrimos las consecuencias de actitudes tan banales e infantiles de otros adultos, que a veces llegan a desmoronarte, y te hacen sentir tan mal que dudas de tus decisiones, de tus creencias, de tus hechos.
    Pero con el tiempo te das cuenta de lo que tu ser ha logrado y te sientes satisfecho de la decisión tomada.
    Estos tropezones contra la mayoría te hacen salir más fuerte y crecer ante la vida.
    Eso es ser mayor.
    Aceptar cada tortazo, cada insulto, cada desprecio con la estoicidad del que se sabe ganador en una carrera de obstáculos antes de tomar la salida.
    No es fácil, lo se. Lo cómodo es actuar dentro del rebaño como un borrego más.
    Tener 18 es lo mejor que nos puede pasar pues somos libres de decidir.
    Claro, tu decisión será tu camino por la vida.
    Disfruta de tu libertad y serás feliz.

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  3. Siempre me he preguntado porque la gente busca desesperadamente llegar a los 18 años, recientemente los cumpli y no me siento intensamente feliz, algunos de mis amigos se sienten con envidia por ello y digo, cual es lo interesante de esta edad?. Me dirijo a un mundo que no conozco bien, con nuevas responsabilidades, simplemente a veces creo que ser inteligente es una cruz que hay que cargar en un mundo de ignorantes

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    1. exactamente bro, yo hoy cumpli 8 jaja y la verdad es que no es algo que alla anelado ni esperado hace unos meses y años, pero siempre esta esa parte de gente inmadira que quiere tener 18 ya para que nadie no los deje salir a pedas, fiestas, huergas o como se diga en cada país. yo gracias a dios no soy asi :v

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  4. De igual manera no veo la diferencia entre cumplir 18 porque se el mundo de responsabilidades que aún me faltan, sé lo que quiero ahora y sé lo que podría pasar, mis desiciones ya las he tomado antes que son las que va a marcar mi futuro, me siento muy agradecida con Dios por vivir todo este tiempo, tener a mi familia con migo y por darme experiencias que sin duda han marcado y fortalecido mi vida, puedo decir que mafiré a una edad un poco temprana y que aún me falta más que comprender de la vida con el paso del tiempo, me han preocupado muchas cosas, pero sé que debo se seguir adelante y dar siempre lo mejor de mi, hacer que cada día sea como si fuese el ultimo y seguir soñando, aprovechar la fortuna que tengo a mi lado lo cual es mi hogar, mi familia, mis amigos, mi iglesia y mi propia vida.

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  5. Yo estoy próxima a cumplir los 18! Y lo primero que diría que realmente cumplir 18 años nos dice que de ahora en adelante podremos decidir que hacer con nuestra vida, pero viéndolo bien no es tan exacto decir eso, como dice Ana, solo se trata de una cuestión legal. Porque, tengo amigos que ya cumplieron los 18 y no veo ninguna diferencia a cuando tenían 17, Ya que, para poder decidir sobre tu propia vida, sera realmente cuando tu mismo puedas valerte por ti mismo, Cuando tengas tu propia casa, tu propio sueldo, etc. Y la mayoría no logra tener eso sino hasta después de los 25. Eso es lo que razono. Saludos! Eva.

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  6. Pues para mí, que el cumplirlos hoy, me ha llevado a buscar en internet que se sentía, ya que yo no he sentido nada en especial, sigo igual que ayer con 17, lo único que tu familia y amigos se dedican a decirte que "Ya tienes 18 años maja" y que solo se cumplen una vez (y yo digo, pues como todas las edades no?). Y los que ansían llegar a ésta edad, frenad, y disfrutad del momento, porque los 18 no son para tanto. Y deberiamos agradecer nuestro día a día, sin esperar al siguiente

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